Por José Ignacio Sbrocco
De la Redacción de LA NACION
La crisis financiera internacional preocupa a los gobernadores provinciales, quienes ya analizan varias medidas para mitigar los coletazos. En varios distritos, se prevé un ajuste del gasto, sobre todo en las obras públicas, que se traduce en la cautela de los gobernadores a la hora de bosquejar sus presupuestos para 2009.
En medio de la crisis mundial, las provincias exportadoras temen que la recesión afecte a las industrias locales y que eso se proyecte en suspensiones de personal. Otro de los miedos es que, con la devaluación de la moneda brasileña, ingresen en la Argentina grandes volúmenes de productos elaborados en el país vecino.
La mayoría de los gobernadores alineados con la Casa Rosada apuestan a que la buena relación con los Kirchner ayude a que la crisis no se sienta en sus territorios.
Así, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, apunta a contener el gasto con prudencia y frenar el déficit.
En La Pampa, el gobernador Oscar Jorge (PJ) dijo que la crisis afecta la provincia. De esta manera, apunta a controlar los reclamos de aumentos salariales solicitados por los gremios, a quienes les reclamó sensatez ante la sequía y la crisis global. Este mandatario es uno de los que apuesta a su buena relación con Cristina Kirchner para enfrentar el impacto de la crisis.
Obra pública y elecciones José Luis Gioja, gobernador de San Juan, tomó por decreto la decisión de controlar el gasto público. Además, apuesta a que la Nación le gire los recursos comprometidos para obras y, así, hacer valer su sintonía con Balcarce 50. En idéntica situación está el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera (PJ).
En tanto, el tucumano José Alperovich intentará agilizar las obras públicas en la provincia para generar empleo. De todos modos, dijo que hay que tener prudencia en el manejo de los fondos.
El ajuste también tendrá acento cordobés. El mandatario Juan Schiaretti ya lo practicó durante el conflicto con el campo, cuando se enfrentó con la Casa Rosada. Ahora, en medio de la crisis financiera, planea una reforma tributaria.
En Santa Cruz, tierra de los Kirchner, las cosas no parecen estar mejor. El gobernador, Daniel Peralta, admitió que la caída del precio internacional del petróleo puede impactar en la economía regional. Las regalías petroleras significan un 25 por ciento de los ingresos provinciales.
En medio de la crisis, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, peleará su reelección el 30 de noviembre. Confía en que la Casa Rosada girará los recursos suficientes para seguir inaugurando obras de cara a las elecciones.
El neokirchnerista Jorge Sapag, de Neuquén, está cerrando la renovación de los contratos de explotación de áreas petroleras y espera ingresos extraordinarios por unos US$ 500 millones para los próximos meses.
El panorama es aún menos auspicioso para los gobernadores que no son tan cercanos a la Casa Rosada.
El mandatario de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral (Frente Cívico y Social), ajustará el gasto público para evitar el colapso de las finanzas provinciales.
En Tierra del Fuego, Fabiana Ríos (ARI), vive una delicada situación financiera en su provincia, donde ya se percibe cierta recesión en las industrias textiles, con mercados afectados por la importación asiática. "Además, la baja en el ingreso por las regalías petroleras y gasíferas nos va a impactar", dijo a La Nacion el ministro de Economía Roberto Crocianelli.
Informe de nuestros corresponsales
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