Hasta pronto, LA NACION

Nostálgico, pero feliz. Así me siento luego de haber terminado mi contrato con el diario LA NACION, donde pasé ocho meses de mi vida.
Nostálgico porque, hay que admitirlo, ¿a quién no le gusta jugar en Primera? La verdad, me debo sentir afortunado por haber podido trabajar en semejante monstruo del periodismo, al lado de los mejores periodistas y editores del país.
Nadie puede entender, en Tucumán, por qué volví.
Y volví porque acá soy feliz, esta es mi tierra donde quiero vivir el resto de mi vida. Acá están mi novia, Romina, mi familia y mis amigos.
Ayer ya comencé a trabajar en El Tribuno. La verdad es que el cambio fue impresionante. Pero lo mismo sonreía y estaba feliz de estar acá.
A continuación, transcribo un mail editado que les dejé a mis compañeros del diario.

Amigos y Amigas: Hoy es un día especial para mi. Después de 8 meses (la pasantía de verano y los seis de la práctica) de haber compartido la redacción con todos ustedes, me vuelvo a Tucumán. Como dije el otro día, gracias a todos: especialmente a quienes hicieron posible mi regreso. Claudio, Ricardo, Jorge y Los Martín. A todos mis compañeros que me trataron como a uno más.
Espero no haber defraudado a quienes confiaron en mi, no sé si merecía tanto.
Desde ya, siempre estarán invitados a Tucumán, sea que vayan como enviados a cubrir algo particular o cuando vayan en un viaje de placer.

Siempre estaré muy agradecido a todos.

Les deseo lo mejor del mundo y hasta la próxima. Quien dice, ¡tal vez el destino nos vuelva a encontrar!

José Ignacio Sbrocco