Por Luis Laugé
De la Redacción de LA NACION
El sindicalismo realizó ayer una fuerte demostración de poder al conmemorarse los 35 años del asesinato del metalúrgico José Ignacio Rucci, ex titular de la CGT.
Aun con el convencimiento generalizado de que la autoría del crimen correspondió en 1973 a la organización Montoneros, el líder de la central obrera, Hugo Moyano, evitó enfrentarse por este tema con el gobierno de Cristina Kirchner y descartó que "la dirigencia gremial cayera en la disputa jurídica de si era un crimen de lesa humanidad", pero ratificó la decisión de "acompañar el reclamo de la familia Rucci ante la Justicia" y de "recurrir ante quien sea" para que el asesinato se esclarezca.
En un homenaje realizado en la sede de la CGT, los discursos más conmovedores y con fuerte sentido político fueron los protagonizados por los hijos de Rucci, Aníbal y Claudia, quienes llevaban puestas remeras negras con la consigna "Justicia" en letras blancas e hicieron subir al escenario a una decena de nietos y bisnietos del sindicalista asesinado. Sentada junto a los sindicalistas estuvo Nélida Rucci, la viuda del dirigente.
Aníbal pidió que "las organizaciones de derechos humanos apoyen" la causa judicial que inició la familia Rucci ante el juez Ariel Lijo. Y fue más allá: "El asesinato de Rucci no es nada distinto de los 30.000 desaparecidos [que se produjeron en la dictadura militar], porque si no lo hubieran matado, habría estado desaparecido", afirmó.
Rechazó, sin embargo, que se haga "bandería política con el tema". La estrategia judicial de los Rucci no fue pedir de inmediato que el crimen se declare de lesa humanidad, sino que Lijo reabra la causa para que luego sea el juez quien siga ese camino.
A su turno, Claudia Rucci fue categórica: "Parece increíble que tengamos que explicar si lo mató el Estado o Montoneros para que simplemente se haga justicia". Y enseguida le dedicó el párrafo más sentido a la presidenta Cristina Kirchner: "Quiero pedirle a la Presidenta que nos ayude. Usted tiene una oportunidad histórica -le dijo, emocionada- y se lo agradeceré toda mi vida". Reflexionó que la Argentina "no puede seguir tirando sus muertos debajo de la alfombra".
El acto en la CGT estuvo plagado de discursos como el del titular de las 62 Organizaciones, Gerónimo Venegas, de los sindicalistas Jorge Viviani (taxistas) y el metalúrgico Juan Belén, así como del veterano dirigente Antonio Cafiero. Todos reivindicaron tanto "la lucha por un proyecto nacional" como "los muertos del peronismo" por su militancia popular. Fue la forma utilizada por el gremialismo para revalidarse como factor de poder.
La absoluta convicción de que el sindicalismo peronista atribuye el crimen de Rucci a Montoneros lo demostró el hecho de que la CGT anunció que el próximo 17 de noviembre, Día de la Lealtad, recibirá al periodista Ceferino Reato, quien presentará su libro Operación Traviata , en el que "se hace honor a la verdad en el asesinato de Rucci", dijo Venegas.
Reato revela que el militante montonero Julio Juan Roqué fue quien ultimó a Rucci y agregó que dos dirigentes que participaron del hecho "todavía están con vida", aunque no reveló sus nombres.
Durante la mañana, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) recordó a Rucci en el panteón que guarda sus restos en el cementerio de la Chacarita.
En un soleado mediodía, la cúpula metalúrgica, presidida por Antonio Caló, coreó "Rucci presente" y "Lorenzo, Lorenzo", por Lorenzo Miguel. Allí, los momentos más emotivos fueron el discurso de Aníbal Rucci y cuando se cantó la marcha peronista.
Se notaron las diferencias de algunos de los presentes con el kirchnerismo. Fue cuando el intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez, tomó el micrófono. "El encubrimiento está en el gobierno nacional", dijo una mujer que escuchaba. "Abajo el kirchnerismo", gritó un hombre con traje azul.
A todo esto, la viuda de Rucci expresó que "espera" que la presidenta Kirchner reciba a la familia para acelerar la investigación del homicidio.
Con la colaboración de
José Ignacio Sbrocco
INTIMO DE PERÓN
El personaje
* José Ignacio Rucci era un dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica de San Nicolás que, de la mano de Lorenzo Miguel, accedió a la secretaría general de la CGT.
* Fue acribillado a balazos el 25 de septiembre de 1973 cuando salía de su casa en el barrio de Flores. Ocurrió dos días después de las elecciones que le dieron el tercer mandato a Juan Domingo Perón.
* Rucci participó del operativo de retorno de Perón a la Argentina, tras su largo exilio.
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