Por José Ignacio Sbrocco
De la Redacción de LA NACION
La fiesta tenía todo el cotillón peronista: bombos, militantes movilizados, sindicalistas y la marcha. Unas 5000 personas coparon el microestadio de Ferro, en el que Francisco De Narváez y el peronismo bonaerense festejaron el Día de la Lealtad peronista.
Los bombos retumbaban entre las paredes del estadio cuando el locutor anunció que hablaría la ex primera dama Hilda "Chiche" de Duhalde. Subió con un micrófono inalámbrico en la mano y saludó al público. No tardó mucho en criticar al kirchnerismo y a los que, según ella, se pasaron al oficialismo luego de las elecciones nacionales de 2005. "Sólo sirven para sentarse atrás en los actos y festejarles los chistes a Kirchner", dijo eufórica.
"Cuando enfrentamos al kirchnerismo, lo hicimos convencidos porque era un gobierno autoritario que no respetaba las instituciones. Dimos la pelea, aunque sabíamos que era difícil", agregó.
Luego relató su vida de militancia en el peronismo y la lealtad al movimiento justicialista. "¡Fui, soy y moriré peronista!", gritó. Y enumeró lo que calificó como "las deslealtades del kirchnerismo: nunca nombró a Perón ni a Evita en las Asambleas Legislativas, optó por la transversalidad, pero con la intención de destruir al peronismo y a la oposición, y hoy tiene secuestrados los restos de Perón, y nadie los puede visitar".
La euforia iba creciendo y la senadora remató: "Que Néstor Kirchner festeje el Día de la Lealtad es como que Schoklender festeje el Día de la Madre". Pablo y Sergio Schoklender fueron condenados por asesinar a sus padres en 1981.
Antes de cerrar, "Chiche" Duhalde dijo que el movimiento tiene que recuperar sus banderas: la justicia social. ?Me duele que no se haga nada por los humildes?, dijo.
En el acto, estuvieron los duhaldistas Miguel Angel Toma, Carlos Brown, Fernando Galmarini [suegro del jefe de Gabinete, Sergio Massa,] y Dante Camaño, entre otros. También el diputado nacional Eugenio Burzaco y los legisladores porteños Cristian Ritondo y Daniel Amoroso (peronistas macristas). En cambio, los macristas bonaerenses que apoyaron a De Narváez estuvieron ausentes.
Y llegó el turno al organizador. De Narváez subió al escenario con los puños en alto, como señal de victoria. Acusó a la Presidenta de mentir "la inflación", "la pobreza" y de anunciar viviendas que no se terminan nunca. Luego, desafió a Kirchner para que se presente como candidato a diputado en 2009. "Que venga, lo estamos esperando. El representa el pasado, el conflicto; nosotros vamos a representar el futuro." Terminó el acto con los dirigentes cantando la marcha y una pantalla reproducía imágenes del 17 de octubre de 1945.
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