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Zanola, una detención que alarma al sindicalismo




La detención del sindicalista Juan José Zanola alarma a todo el sindicalismo argentino. Como para toda muestra hay un botón, la caída del líder bancario preocupa a unos 50 gremialistas que podrían correr su misma suerte si se llegara a comprobar que están involucrados en la compra-venta de remedios adulterados.
El dato concreto que hay media centena de agrupaciones bajo la lupa judicial permite advertir que se trataría de un modus operandi del sindicalismo. No como un hecho aislado en un gremio.
Zanola conduce el gremio bancario desde hace 27 años, desde que empezó la transición de un gobierno militar al democrático que encabezó Raúl Alfonsín en 1983. Con él tuvo una buena relación. Igual que con Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, de su mismo signo partidario. Coincidencia o no, Zanola nació un 17 de octubre, aunque unos años antes que se consagrara ese día como El Día de la Lealtad.
Zanola se jacta de ser el secretario general que más ha durado y el primero de banco privado. Arrancó su carrera laboral a los 16 años en el Banco de Italia, que luego mutó en la Banca Nazionale del Laboro, luego en BNL. Pero esa entidad ya no está más en la Argentina.
Zanola cuenta una anécdota con Domingo Cavallo, con quien tuvo fuertes discusiones por el funcionamiento de la obra social sindical. “Yo a veces no digo que gritaba más que él pero gritamos parejito, alguien bajaba los decibeles. Una vez me dice, “¿por qué no le prendés fuego al policlínico?”, y yo le dije, “conmigo adentro o conmigo afuera”.
Hoy, el policlínico está intervenido por la entrega de medicamentos adulterados a los afiliados con problemas oncológicos (cáncer) y HIV.
Zanola, al igual que la mayoría de los gremialistas del país, tienen varias propiedades que la Justicia investiga si las adquirieron en forma legal o no.
Ante una denuncia por enriquecimiento ilícito en su contra, Zanola dijo que las propiedades que se le atribuyen pertenecen a su madre. "No sé de dónde sacan esa enorme cantidad, pero quiero aclarar que son propiedades que administro en nombre de mi madre", dijo ante la Justicia. Hay otras que estarían a nombre de su concubina Paula Aballay, también presa por los remedios truchos.
También se investigan los millonarios subsidios que recibieron las obras sociales sindicales desde la Administración de Programas Especiales (APE), un fondo que entrega el Gobierno para que las organizaciones asistan a los pacientes que requieren tratamientos de alta complejidad.
Esas mismas investigaciones recaen sobre la mayoría de los sindicalistas argentinos. Una radiografía de gremialistas ricos y trabajadores pobres.

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