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Kirchner recibió el regalo que más necesitaba


Caricatura: José Serrudo (www.serrudo.com)

El juez Oyarbide consideró que el aumento patrimonial del 158% en un año no fue en forma indebida.

La Navidad suele ser una fecha en la que elegir un regalo puede ser una odisea. Sobre todo para las personas que tienen de todo. Sin embargo, el juez federal Norberto Oyarbide se las ingenió para que el matrimonio Kirchner pasara la mejor Nochebuena que recordara.
La semana empezó con el rumor que el magistrado se expediría pronto en la causa por enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner, que multiplicaron por seis su fortuna desde que habitan la Casa Rosada.
Finalmente, la noticia más deseada llegó el lunes 21. Desde temprano, Oyarbide había sobreseído a los Kirchner y consideró que la fortuna había crecido en forma legítima.
El único sustento de un fallo tan trascendente había sido un informe de peritos de la Corte Suprema, un organismo cuestionado dentro del palacio de Tribunales. Tan cuestionado que apenas emitieron el informe separaron del cargo al jefe de los peritos contables, Alfredo Peralta.
Ese día, Kirchner lo festejó como más le gusta: mostrándose con la gente. Apenas se enteró del fallo, visitó un hospital en La Matanza, y hasta se animó a alzar en sus brazos a un recién nacido. Se lo veía contento. No podía ser de otra manera. Se había sacado una de las espinas que más lo molestaban.
Por la tarde, en un acto de La Cámpora, cuyo líder espiritual es su hijo Máximo, Kirchner fustigó: “Cuando la Justicia falla algo que no les gusta, es un mal juez”.

Una causa peleada
Tanta fue la atención de los Kirchner a esta demanda que hicieron viajar 2.500 kilómetros a su contador Víctor Manzanares para que se reuniera con Oyarbide. El magistrado lo aceptó como “perito de parte” luego de negarle un rol similar a Alfredo Popritkin, titular de la ONG Contadores forenses.
Manzanares es el autor intelectual de las declaraciones juradas de los Kirchner. Su oficina, en Alcorta 76, Río Gallegos, es el domicilio fiscal de todas las actividades comerciales de la pareja presidencial.
La decisión de Oyarbide es, al menos, polémica.
En un solo año, el 2008, la fortuna de los Kirchner pasó de $17.824.941 a $46.036.711; el mayor salto interanual. Cuando Néstor Kirchner asumió la Presidencia había declarado un patrimonio de 6.851.810 pesos. Es decir, seis veces menos que en 2008.
Hubieron varias claves para semejante ahorro y que permiten dudar si el aumento patrimonial fue legítimo, como sostuvo Oyarbide.
Kirchner obtuvo una rentabilidad cercana al 20% por sus depósitos bancarios, bastante más que los intereses que ofrecen los bancos a cualquier mortal.
Otra cuestión es la relación con Juan Carlos Relats. El empresario es el dueño del hotel Panamericano, que alquila la hostería Los Sauces por casi 10 millones de pesos al año, a razón de 210 mil dólares al mes. El empresario, que en Salta era el titular de Aguas de Salta, es uno de los principales beneficiados por las obras públicas que licita la Casa Rosada.
Oyarbide no husmeó sobre este punto, pese a que el diputado nacional Juan Carlos Morán denunció el caso ante la Justicia.
Lo cierto es que Kirchner tuvo la mejor semana de su vida. Zafó de una de las causas que más lo atormentaban.

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