Diputados, senadores y funcionarios intentaron torcer la voluntad de los legisladores que ayer asumieron sus bancas.
Por José Ignacio Sbrocco
El Tribuno
La Casa Rosada no escatimó operadores para convencer a los diputados díscolos para que acompañaran al Frente para la Victoria en la crucial votación de ayer.
Los diputados oficialistas Agustín Rossi, Patricia Fadel y Eduardo Fellner desde el Congreso se sumaron al ministro de Planificación Federal Julio De Vido, al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli y al operador kirchnerista Juan Carlos Mazzón. Entre todos aprendieron a conjugar el verbo “cooptar”: “Llenar las vacantes que se producen en el seno de una corporación”, según la Real Academia Española.
Todos responden directamente al ex presidente Néstor Kirchner, quien dio las órdenes desde la Quinta de Olivos para sumar diputados al oficialismo, sin importar el costo que se tenga que pagar por ello.
El blanco elegido por los kirchneristas son los del PJ disidente, tal vez por cercanía o porque en algún momento fueron aliados.
La palabra que más se escucha en los pasillos del Congreso es “negociación”. Hubo largas charlas ayer. El oficialismo intentó convencer a los díscolos hasta último momento. Los teléfonos celulares de los diputados antikirchneristas estuvieron al rojo vivo. Las empresas, agradecidas porque tendrán una facturación récord.
Algunos casos: la senadora Silvia Gallego de La Pampa hace años que no hablaba con la diputada Irma García (Peronismo Federal). Misteriosamente, cuando los votos díscolos cotizan alto, Gallego la llamó para conocer su postura. Pero, según fuentes cercanas a la diputada pampeana, la senadora no consiguió convencerla de saltar al oficialismo.
Agustín Rossi y Patricia Fadel, presidente y secretaria parlamentaria del bloque oficialista, respectivamente, tuvieron otra estrategia en los últimos días. Personalmente invitaban a los disidentes a tomar café. Algunos aceptaron el convite, otros no. Aparentemente, este plan tampoco habría funcionado al ciento por ciento.
“Están desesperados porque no consiguen los números. Fadel llama a todo el mundo y Rossi invita a tomar café”, contó a El Tribuno una legisladora disidente, que pidió reserva de su nombre.
El presidente de Diputados, Eduardo Fellner, convocó a su despacho sólo a algunos privilegiados. En definitiva es él el que define cuántos empleados contratará cada legislador.
Muchos parlamentarios se quejaron que, tras abandonar al oficialismo, le recortaron la cantidad de empleados que podía designar.
Pero los ofrecimientos no vienen sólo desde el Congreso. El diputado Felipe Solá había denunciado hace una semana que el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, había ofrecido “algo” a la diputada Cipriana Lorena Rossi, de Río Negro.
“Parrilli sigue llamando a la gente nuestra. De Vido y el chueco Mazzón ofrecen de todo”, ratificó la diputada.
El diputado salteño Macelo López Arias está en una posición intermedia. Sostiene que las comisiones deben estar integradas en proporción a la composición de la Cámara (mayoría opositora). Sin embargo, apoya que el Gobierno maneja algunas comisiones clave como Presupuesto y Hacienda, por donde pasan la mayoría de los proyectos importantes que se tratan en el reciento.
López Arias dijo que hubo muchas negociaciones, pero que debería haber más diálogo. “Cada uno está atrincherado de un lado o del otro”.
“Yo no soy comprable. Nadie me presionó y yo no cedo a las traiciones”, se defendió.
“Si me convocan a dialogar voy. Con el único que no me reuniría a solas es con Kirchner. Si él me llama, iré con un testigo”, aclaró.
Recién cuando el tiempo se acortaba y la cooptación no funcionaba, el oficialismo decidió sentarse a negociar con toda la oposición.
Los operadores:
Agustín Rossi (PJ-Santa Fe):
Es el presidente del bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados y una de las personas de mayor confianza del matrimonio Kirchner. Denunció que la oposición intenta desestabilizar al Gobierno. En los últimos días invitó a tomar café a muchos legisladores del PJ disidente.
Patricia Fadel (PJ-Mendoza):
La mendocina es la secretaria parlamentaria del bloque oficialista. No tiene un perfil muy alto, es una especie de operadora en las sombras. En los últimos días llamó a todos los legisladores del PJ disidente. Habló en nombre de Néstor Kirchner para seducir a los díscolos.
Eduardo Fellner (PJ-Jujuy):
Es el presidente de la Cámara de Diputados. En los últimos días citó a algunos diputados que no responden al oficialismo a su despacho. No trascendió el contenido de las reuniones. Tiene mucho poder en el Congreso: es el que autoriza las contrataciones que pueden hacer los diputados.
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