Un discurso que roza lo ridículo

José Ignacio Sbrocco

El fervor setentista del matrimonio Kirchner llega a tal extremo, que roza con el ridículo. En su discurso, la presidenta Cristina de Kirchner comparó el acuerdo que tuvieron la AFa y TyC Sports con la época más sangrienta de la historia del país: la última dictadura militar.
“Hemos dado un paso grande en la democratización de la sociedad argentina. Solamente el que podía pagar, podía mirar un partido de fútbol. Porque secuestran las imágenes, porque secuestran los derechos. Como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos. Yo no quiero más secuestro. Quiero una sociedad libre”, lanzó la jefa del Estado al anunciar el contrato entre el Estado y la AFA para transmitir los partidos de primera por señal de aire.
El error garrafal que cometió la Presidenta fue el lugar que eligió para hacer el anuncio: el predio que la AFA tiene en Ezeiza. Al lado suyo estaba Julio Grondona, “el Padrino” que maneja la Asociación del Fútbol Argentino a su antojo desde hace más de 30 años y que está en su cargo desde la dictadura. Y que encima fue socio en la organización del mundial 78 de quienes secuestraban y torturaban.