Finalmente, los vecinos de Yerba Buena ganaron la primera batalla. El crematorio no se instalará en el municipio, por orden bajada del gobernador José Alperovich.
El intendente Daniel Toledo junto al secretario de Gobierno Hernán Aguirre visitaron en su casa a una de las vecinas más movilizadas por esta cuestión, Cecilia Medina, para darles una buena noticia. Lo cierto es que el gobernador, en sus habituales recorridas matutinas, había dicho que "no se debía dividir a la sociedad" y que no se instalarán los crematorios en el cementerio San Agustín, al pie del cerro.
La famosa noticia, en rigor, ya la había dado el gobernador. Toledo, no le quedó otra alternativa, tuvo que retransmitir la novedad: no habrá crematorio.
Sin embargo, las vecinas, Celeste Vales, Cecilia Medina y muchas otras, no piensan en bajar la guardia. Están convencidas que en el próximo mandato, el dueño del cementerio, Oscar González, insistirá con su cometido.
Toledo ofreció pavimento para que los vecinos no vayan a las marchas
Insólita propuesta del intendente de Yerba Buena
Alberto Barros tiene 86 años. Recorrió, apoyado en un bastón, la distancia entre la rotonda de pie del cerro hasta el shopping del Solar, el centro comercial que reemplazó a las históricas casas Cossio y Christie en Yerba Buena.
Era uno de los tantos que ayer se movilizaron en contra de la instalación de los hornos crematorios, aprobados en secreto por el Concejo Deliberante del municipio. La marcha empezó tímidamente. A medida que avanzaban, los vecinos se iban sumando y llegaron a juntar a unas 500 personas entre caminantes y una caravana vehicular.
“No quiero que adelanten mi muerte”, rezaban algunos carteles sostenidos por mujeres y niños que usaban barbijo. Fue todo un símbolo del fuerte rechazo que genera la ordenanza 1.641 aprobada por los ediles en una sesión relámpago.
Todos los concejales que aprobaron la norma (el único que no lo hizo fue José Domián quien estuvo ausente), el jefe de Gabinete Alejandro Sangenis (h) y el intendente Daniel Toledo fueron los blancos de todas las críticas.
Antes de iniciar la movilización los vecinos estaban indignados. Comentaban que a la mañana, el intendente Toledo se había acercado a la zona aledaña del cementerio para hacer una curiosa propuesta: “Nos ofreció 60 metros de pavimento en la calle Rojas Paz para que no participemos de las marchas y que si el municipio lanzaba una consulta popular para que apoyáramos la iniciativa”, relataron tres vecinas que aún permanecían asombradas por la propuesta.
Clara levantaba el megáfono para pedir el apoyo de la gente. Ya acordaron que todos los viernes a las 19.30 seguirán las marchas hasta que el municipio de marcha atrás con la medida. “Señores concejales, ¿Cómo hacen para mirar a sus hijos a los ojos?”, preguntaba con el megáfono.
El ex concejal Marcelo Rojas también participó de la marcha. “Estuve cuatro años impidiendo que saquen esta ordenanza y ahora lo lograron. Sabía que esto se venía” dijo a El Tribuno luego de aclarar que participaba “como vecino”. “Es una vergüenza lo que hicieron”, se indignó.
La marcha se iba tomando color hasta que llegaron a la municipalidad. Allí, el secretario de Prensa, el ex bussista Esteban Migliazzo, obtuvo algunas fotografías de la movilización. Ante la presencia de El Tribuno, intentó pasar inadvertido. “Hasta acá van a llegar. No nos van a entregar”, advirtieron los vecinos frente a la sede municipal.
En los carteles señalaban los daños ambientales que causarían los crematorios. “Si un cuerpo tiene amalgama en los dientes, si tiene algún marcapaso, o siliconas o implantes son altamente contaminantes porque no se degradan y las sustancias tóxicas quedan en la atmósfera. La legislación en el mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no pueden haber crematorios a menos de cinco kilómetros de centros urbanos. Acá lo están instalando frente a un country”, dijo Domián.
“No al crematorio, sí al agua pura”, gritaban los vecinos autoconvocados. La marcha seguirá el próximo viernes.
Alberto Barros tiene 86 años. Recorrió, apoyado en un bastón, la distancia entre la rotonda de pie del cerro hasta el shopping del Solar, el centro comercial que reemplazó a las históricas casas Cossio y Christie en Yerba Buena.
Era uno de los tantos que ayer se movilizaron en contra de la instalación de los hornos crematorios, aprobados en secreto por el Concejo Deliberante del municipio. La marcha empezó tímidamente. A medida que avanzaban, los vecinos se iban sumando y llegaron a juntar a unas 500 personas entre caminantes y una caravana vehicular.
“No quiero que adelanten mi muerte”, rezaban algunos carteles sostenidos por mujeres y niños que usaban barbijo. Fue todo un símbolo del fuerte rechazo que genera la ordenanza 1.641 aprobada por los ediles en una sesión relámpago.
Todos los concejales que aprobaron la norma (el único que no lo hizo fue José Domián quien estuvo ausente), el jefe de Gabinete Alejandro Sangenis (h) y el intendente Daniel Toledo fueron los blancos de todas las críticas.
Antes de iniciar la movilización los vecinos estaban indignados. Comentaban que a la mañana, el intendente Toledo se había acercado a la zona aledaña del cementerio para hacer una curiosa propuesta: “Nos ofreció 60 metros de pavimento en la calle Rojas Paz para que no participemos de las marchas y que si el municipio lanzaba una consulta popular para que apoyáramos la iniciativa”, relataron tres vecinas que aún permanecían asombradas por la propuesta.
Clara levantaba el megáfono para pedir el apoyo de la gente. Ya acordaron que todos los viernes a las 19.30 seguirán las marchas hasta que el municipio de marcha atrás con la medida. “Señores concejales, ¿Cómo hacen para mirar a sus hijos a los ojos?”, preguntaba con el megáfono.
El ex concejal Marcelo Rojas también participó de la marcha. “Estuve cuatro años impidiendo que saquen esta ordenanza y ahora lo lograron. Sabía que esto se venía” dijo a El Tribuno luego de aclarar que participaba “como vecino”. “Es una vergüenza lo que hicieron”, se indignó.
La marcha se iba tomando color hasta que llegaron a la municipalidad. Allí, el secretario de Prensa, el ex bussista Esteban Migliazzo, obtuvo algunas fotografías de la movilización. Ante la presencia de El Tribuno, intentó pasar inadvertido. “Hasta acá van a llegar. No nos van a entregar”, advirtieron los vecinos frente a la sede municipal.
En los carteles señalaban los daños ambientales que causarían los crematorios. “Si un cuerpo tiene amalgama en los dientes, si tiene algún marcapaso, o siliconas o implantes son altamente contaminantes porque no se degradan y las sustancias tóxicas quedan en la atmósfera. La legislación en el mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no pueden haber crematorios a menos de cinco kilómetros de centros urbanos. Acá lo están instalando frente a un country”, dijo Domián.
“No al crematorio, sí al agua pura”, gritaban los vecinos autoconvocados. La marcha seguirá el próximo viernes.
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